Un ferrolano que acaba de ganarle un nuevo pulso a la banca, quien ha tenido que reconocer que durante los 13 años que ha mantenido un contrato de las famosas tarjetas revolving en vigor «el demandante ha dispuesto de un total de 10.499,97 euros y ha abonado un total de 24.142,58 euros».
Es decir, WiZink Bank ha reconocido que el afectado llegó a pagar 13.642,61 euros en intereses, una cantidad mayor que la que solicitó y, de hecho, aun sin que la sentencia sea firme, ya le ha devuelto 13.767,82 euros al demandante, más las cosas procesales, explica el abogado del usuario.
Conviene recordar que con este tipo de tarjetas de crédito todas las compras o disposiciones de efectivo quedan aplazadas automáticamente para que los clientes puedan ir pagando los gastos a plazos, pero obviamente sufragando también los intereses correspondientes.
Ya en marzo de 2020 el Tribunal Supremo declaró que había usura en los intereses de las tarjetas de este tipo que superaran el tipo medio reflejado por el Banco de España, que por entonces estaba en torno al 20 %. Muchos de los intereses cayeron entonces, pero otros seguían estando más altos.
El afectado solicitó la tarjeta en marzo de 2008 y el Juzgado de Primera Instancia número 3 de Ferrol ha declarado la nulidad de dicho contrato «por su carácter usurario» tras el juicio celebrado el pasado mes de junio, obligándolo únicamente a pagar la cantidad de crédito que había solicitado, sin los intereses abusivos.
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